Vivimos en un mundo en constante evolución, donde el costo de oportunidad de poder contar con un bien o servicio para nuestros clientes puede perderse en poco tiempo si no contamos con una solución implementada a tiempo.
El modelo de software como servicio o SaaS (en inglés software as a service) va tomando cada vez más fuerza, y coloquialmente explota el principio de “lo importante no es tanto saber hacerlo, sino conocer a quién sabe hacerlo bien”. El modelo SaaS forma redes de proveedores de servicios, donde cada uno se especializa en uno o varios procesos, y éstos pueden ser usados por otros clientes o proveedores de servicios.
La arquitectura orientada a servicios ha ido tomando auge al proveer un fundamento técnico que nos permite concentrarnos en nuestro núcleo de competencia, mientras se nos permite utilizar servicios provistos por terceros. Este buen principio de reutilización facilita enormemente la construcción de sistemas correctos, su mantenimiento, y aportar valor a otras personas y negocios.